El dúplex del centro de Andrew McLaughlin, que tiene techos como los de una catedral, abundante luz natural y un diseño abierto como un loft, es muy codiciado en el siempre competitivo mercado de bienes raíces de Nueva York.
Pero para el asesor financiero amante del arte, el espacio recién adquirido necesitaba una actualización drástica. Un dormitorio principal cavernoso y baños estrechos no eran ciertamente representativos del estilo de vida de la pareja, de la jet-set.
McLaughlin contrató a Decor Aid, una revolucionaria empresa de diseño de interiores, para planificar el vaciado del espacio, además de completar el diseño interior. El espacio debía ser cómodo y altamente funcional, ya que los propietarios trabajan desde casa.
Aunque no usan la estufa muy a menudo, a la pareja le encanta entretenerse, y buscaron pasarelas convenientes por toda la casa. Y nada podía interponerse en el camino del verdadero rey del castillo: Harper, un bulldog de 10 años.
En el transcurso de los ocho meses siguientes se creó un espacio contemporáneo, elegante y apto para mascotas.
Eviscerando la cocina y los baños, Decor Aid pudo crear diseños contemporáneos y estilizados con una paleta en blanco y negro. Para crear una declaración de suelo impactante, se colocaron baldosas de cemento en la cocina, mientras que el resto del loft recibió suelos de madera recién pulida.
Para dar más luz al dormitorio principal, una gran ventana interna, introduciendo luz natural en un espacio previamente monótono. Para dar al espacio un aspecto más industrial, la chimenea fue reacondicionada con cemento y hierro, además de la barandilla de hierro de la escalera.
Se seleccionaron muebles completamente nuevos para equipar el espacio. Una barra de madera de nogal hecha a medida proporciona un espacio multifuncional, que puede servir como bar, buffet o como almacén.
La iluminación de Lindsey Adelman, las sillas de comedor de Vitra y las alfombras de Tom Dixon fueron añadidas para dar un toque chic y masculino. Una sección hecha a medida con tela Kravet es lo suficientemente resistente para Harper, y lo suficientemente cómoda para ver la televisión.
